lunes, 16 de enero de 2012


Hoy hace dos años que murió mi padre.

Hoy hace dos años que soy una persona diferente.

Mañana hará dos años de cuando le vi desaparecer entre lenguas de fuego, como a Aquiles o Patroclo le dije a mi hija, para poder soportar el momento.

Hoy hace dos años de mi herida, esa que nunca se cierra y te hace adaptarte a una nueva manera de ir por el mundo.

La vida sigue, pero no es la misma. El sol renace, pero ya siempre será distinto.

Te quiero padre.