jueves, 17 de enero de 2013

La gente perro



Los que hemos tenido la desgracia de nacer en el año del perro como yo.
Quizás estamos abocados a mantener una perruna existencia, al menos en mi caso.

De tal manera que:



Al primero que nos hace caso, moviendoles el rabo nos vamos detrás.

 A éstos le somos fieles para siempre.

Si vemos a alguien que creemos está  en peligro, nos empecinamos en salvarlo desgañitándonos en el intento, aunque no lo necesite.


                                                                  
Somos capaces de recibir patadas sin despeinarnos y no guardar ningún rencor.




Y morimos de tristeza si la persona amada desaparece.

 No sabemos estar solos.

 Somos capaces de defender lo que queremos hasta sus últimas consecuencias.                             

 Y podemos querer aunque no nos quieran.



Pero ojo, si nos encontramos abandonados y para nosotros no existe ninguna esperanza, nos podemos transformar en lobos malos, generando sufrimiento y destrucción.




3 comentarios:

Nacho Vega dijo...

D. Laslo, yo he nacido en uno de los períodos que corresponden a un Año del Buey. Si nos fiamos de lo que el horóscopo chino dice yo debería ser un líder mediático, con una gran capacidad de convocatoria, de liderazgo y de trabajo. Nada más lejos de la realidad. Sin embargo, también dice que tenemos fobia a las discusiones y que somos prácticos, solitarios y tranquilos, entre otras cosas. Ahí aciertan. Tampoco es demasiado complicado acertar en algo, pues dicen montones de cosas. Pero lo que quería contarle no es eso. Divago.

Lo que quería decirle es que la fecha de nuestro nacimiento no nos condiciona la existencia. La vida nos la formamos nosotros, con nuestra forma de ser y la educación que hemos recibido. No los astros, el azar y todas esas cosas. Asumo -parece que está claro en lo que escribe- que ha usado usted una licencia, un símil, para mostrarnos destellos de su personalidad. Esa personalidad bonachona, desinteresada, fiel. Seguro que el lobo malo que todos escondemos no saldrá a la superficie. Las buenas compañías que usted tiene harán que se quede dormidito.

Un abrazo, querido D. Laslo.

Laslo a Sotavento dijo...

Es Vd. muy agudo D. Asturianín en su apreciación.

Es verdad que son trazas de mi forma de ser, pero en absoluto yo las veo como positivas ya que son un verdadero estorbo al que hay que estar constantemente sobreponiéndose si no se quiere, como es mi caso, ser tan dependiente.

Un fuerte abrazo.

Nacho Vega dijo...

¡Ánimo, D. Laslo!

Esa superación diaria, constante, hará que usted avance y consiga nuevas metas. Y que sea aún mejor de lo que ya es.

Otro abrazo para usted.

Cuídese.